Durante el pasado siglo XX la humanidad ha experimentado el mayor desarrollo económico en toda su historia gracias al hallazgo de numerosas y potentes fuentes de energía. La globalización nos ha permitido disfrutar de la comodidad de productos unificados bajo las mismas características, en grandes cantidades y muy baratos. Pero ahora nos enfrentamos al reto del agotamiento de esas fuentes de energía. Los países con mano de obra barata dejarán de disfrutar de su ventaja competitiva y los mercados locales recuperarán la fuerza de la que antaño disponían. Veremos el resurgir del transporte público en los países desarrollados con parques automovilísticos gigantes como EEUU.
Lo más curioso es que todo sucederá no como consecuencia de la concienzación ecológica que ha bombardeado la opinión pública durante las últimas décadas, sino por nuestro propio egoísmo.
Argumento
El petróleo es un recurso limitado. Sin embargo lo hemos estado considerando como un pozo sin fondo y eso conlleva que en la actualidad las pocas reservas de petróleo que quedan en el mundo se estén volviendo cada vez menos rentables, por lo que los esfuerzos en explotarlas se reducen.
Hasta el momento, los consumidores y la economía global había sufrido los efectos de varias crisis del petróleo, pero todas ellas se explicaban por un desajuste en la oferta de petróleo. En 2008 nos encontramos con la primera crisis del petróleo causada por la incapacidad de satisfacer la creciente demanda mundial. Los abusivos precios de la energía paralizaron el consumo y el crecimiento de las economías. A pesar de los esfuerzos por parte de los países desarrollados por aumentar la eficiencia energética, el aumento del consumo dentro de los mismos sumado a las gigantescas necesidades de los países en vías de desarrollo (Brasil, Rusia, India y China principalmente) anulan esos esfuerzos.
Por eso es necesario aunar fuerzas y conseguir reducir el consumo -y por ende la dependencia- de petróleo. Los coches eléctricos, la formación de mercados secundarios basados en los derechos de emisión de carbono a la atmósfera o la promoción del transporte público son buenas opciones de futuro frente a las iniciativas adoptadas hasta el momento: el sostenimiento de la industria automovilística basada en el petróleo, incentivar el uso de biocombustibles o construir colosales infraestructuras de carreteras.
La subida de los precios del petróleo va a suponer la vuelta de los mercados locales. Los productos más cercanos serán los más competitivos puesto que no requerirán tanto combustible. En general, la vida global que habíamos llevado hasta el momento se convertirá en local. No nos iremos de vacaciones a la India, sino al parque nacional que tenemos cerca de casa. Se acabaron los viajes en avión de París a Londres. El Euromed tomará la delantera.
Recomendación
Si crees que la crisis actual procede únicamente de las hipotecas basura, con este libro conseguirás entender por qué no es cierto. Es un libro ilustrativo, relativamente sencillo y claramente orientado al futuro. La obra contemporánea más cercana al clásico “Lo pequeño es hermoso” de Fritz Schumacher.
Ficha técnica
Título: Por qué el mundo está a punto de hacerse mucho más pequeño
Autor: Jeff Rubin
Editorial: Tendencias
Sergio Estevez dice
Muchas gracias por tu artículo Alex. Como se comenta en la obra, el petróleo “barato” nos ha permitido que un pescado extraído de nuestras costas recorra decenas de miles de kilómetros antes de llegar a nuestra mesa desespinado y como parte de un plato ultracongelado. Es económicamente rentable, pero ¿es sostenible? Y lo que es más importante, cuando el petróleo se vuelva escaso y su precio sea mucho más alto ¿Qué pasara? Reindustralización o localización.
Gracias!
metoo dice
Lástima para Rubin que las petroleras lleven lustros descubriendo (es decir, econtrando) el doble de petróleo del que producen (es decir, del que venden). Y que siempre estará los inmensos yacimientos de gas natural en Canadá / Dakota del Norte, entre otros sitios, con reservas para más de un siglo.
El apocalipsis vende, pero siempre falla.
Alexandre López Conesa dice
Sin duda las petroleras tienen reservas suficientes para suministrar durante varias décadas la demanda, pero lo que Rubin destaca es que cada vez podrán extraer menos petróleo de los pozos que controlan. Ya se han explotado los más “fértiles” y en los nuevos que se descubren no es tan fácil obtener el crudo apropiado para el refinado, pues antes tiene que pasar un proceso de limpieza para eliminar los componentes no necesarios (precisamente están tirando de las “reservas” de Canadá, muy impuras y costosas de procesar, que cada vez son menos rentables).
El apocalipsis vende, pero ante algún problema unos prefieren esconder la cabeza bajo la tierra y otros intentan explicar lo que pasa e intentar cambiar la raíz del problema, aunque sea un esfuerzo en vano.